La
responsabilidad social de los medios de comunicación
Aunque
conocemos de alguna u otra manera que los medios de comunicación deben cumplir
con una misión fundamental para la sociedad, como es la de informar a partir de
valores como la veracidad, objetividad y honestidad, sabemos que no es así, ya
que al hablar de empresas privadas estas responden a interesa económicos,
políticos y sociales.
La
comunicación y en particular el periodismo, existen desde que el hombre
descubrió la existencia del otro, es decir que necesita estar en contacto con y
para el otro, conocer qué sucede en la comunidad, qué pasa fuera de ella, y
cualquiera que sea la comunidad en la que viva, necesitan de la comunicación
para organizarse y subsistir.
El
periodismo –que no siempre fue llamado de esta manera- gracias a su capacidad
de registrar, retratar y reflejar aspectos de la comunidad en sus distintas
etapas, terminó por apuntar, supuestamente de manera puntual, los
acontecimientos presentes y predecir los futuros, con quizá, su primordial
objetivo; informar y difundir ideas, mismas que hacen a otros/as tomar una
decisión o posición frente a situaciones que les conciernen directa e
indirectamente, tanto en el ámbito privado como el público.
De
acuerdo a esta visión, hablar de la responsabilidad social de los medios es
crucial para entendernos y entenderlos, comprender que independientemente de su
propia ideología, tienen o tenemos el compromiso de difundir, además del
acontecer diario, las ideas, valores, principios con los que se deben actuar
para no llegar a una contradicción entre lo que presumimos –el uso irrestricto
de libertad de expresión y pluralidad- y lo que realmente publicamos o
transmitimos.
Lamentablemente,
y pese al supuesto prestigio de algunos medios; tanto la radio, como la
televisión y la prensa escrita, -no así el internet-, no sólo no se han
dedicado a informar con veracidad y objetividad –esto una misión casi
imposible-, sino que se han convertido en una de las formas más fáciles para
obtener fines y manipular situaciones, que en la mayoría de los casos son de
carácter personal, obedeciendo a intereses políticos y sobre todo económicos de
los grupos a lo que pertenecen los empresarios de los medios de comunicación.
La
responsabilidad social de los medios va más allá de cualquier interés personal
o de grupo, es atender a un llamado de la sociedad, es no darle a la sociedad
un estilo de pensamiento, una doctrina, es abrir y dar aspectos para crear
conciencia, no decirle qué pensar, sino –a partir de varios acontecimientos- en
qué pensar.
Es
difícil la autocrítica, para muchos imposible, pero también necesaria. La
responsabilidad social de los medios, no sólo recae en quien escribe, habla o
transmite imágenes, sino también en quien lee, escucha o ve las imágenes.
Subrayo,
la responsabilidad social recae en quien transmite los acontecimientos y
pensamientos, pero también en los que consumen estos productos comunicativos ya
procesados, amable lector o lectora, al final de cuentas usted decide qué leer,
escuchar o ver.
Hasta
la próxima.
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