En
esta ocasión quiero compartir con ustedes una reflexión sobre el papel de la
Opinión Pública en el desempeño de las Relaciones Públicas, y parto de una
experiencia que recién tuve, cuando en la organización de un curso en la
materia, le pregunté a una persona experta en Relaciones Públicas si podría
coadyuvar impartiendo un módulo sobre Opinión Pública, a lo que me contestó con
otra pregunta: ¿Y qué tienen que ver las Relaciones Públicas con la Opinión
Pública? Obviamente me quede sorprendido, pues esta persona además, preside un
colegio o asociación de profesionistas en la materia, sugería además revisar el
tema, porque no le parecía que fuera algo importante para tratar en un curso de
Relaciones Públicas. Quedé en devolverle la llamada.
En este afán de seguir profesionalizándome
en la materia, -pues no lo sabemos todo-, me dediqué a investigar un poco sobre
este aspecto: la indisoluble unión entre la Opinión Pública y las Relaciones
Públicas, pues este aspecto, es algo que yo considero fundamental antes de
emprender una campañas de Relaciones Públicas, siempre forma parte de mi
trabajo, el evaluar y considerar el terreno que estoy pisando y en el que
pienso influir.
Este aspecto, más
estudiado en el ámbito del periodismo, la política y el marketing, tiene una
larga historia, pues de los datos que pude obtener, incluso quienes dieron la
base a nuestra cultura occidental ya habían reflexionado al respecto y lo
suponían como una de las columnas de la vida democrática, -con sus asegunes-.
Este asunto se remonta a
los teóricos griegos como Protágoras, Herodoto, Demóstenes, Sócrates, Platón y
Aristóteles entre otros, quienes lo definen como una forma de pensar
mayoritaria, dándole términos como el de opinión popular, voz pública de la
patria, saber vulgar y/o hasta sentido común para hacer referencia a una
definición generalizada en torno a un tema compartido, que influye a la hora de
tomar decisiones.
Para hacerlo más
entendible, diremos que Opinión Pública es por su origen; el resultado de
opiniones individuales sobre asuntos de interés común, originadas a partir de
la convivencia humana, que de acuerdo a ciertas características, entorno y
experiencias, le dan cierto valor, con el objetivo de influir en algunos modos,
acciones o decisiones, que en muchos casos les suele o puede afectar.
Esta Opinión Pública
afecta en la toma de decisiones; hacia lo general y lo particular, en relación
con la vida de las personas. Esto a partir de que opiniones personales se
introducen en el espacio o esfera pública, ahí se suman a todas las opiniones y
expresiones que se desarrollan en torno a determinado tema, estas logran tal
influencia que muchas veces saltan al ámbito de la opinión publicada.
En el ejercicio de las
Relaciones Públicas, muchas veces, tenemos que tener pleno conocimiento de
estos procesos; no se pueden tomar decisiones sin permear en este plano, más
aún, identificar los procesos de formación de la opinión pública, las opiniones
de los distintos públicos –stakeholders-, y su influencia en la opinión publicada.
No podemos olvidar, que
con la práctica de las Relaciones Públicas queremos influir en estos tres
ámbitos para alcanzar un objetivo: estar en la mente de los demás, que los
demás conversen de algún punto en concreto de nuestra empresa y que influyan en
la opinión publicada o viceversa, que lo que algunos hablan sea retomado por
otros y por quienes publican sus opiniones.
La importancia de la
Opinión Pública es tal, que las Relaciones Públicas no pueden actuar sin
considerarla. ¿Qué acaso con nuestros planes de relaciones públicas no queremos
posicionarnos en la mente de nuestros públicos? Es a través de estos procesos que
vamos a generar una imagen, a crear o fortalecer un producto, una persona, un
personaje o una institución, y no cualquier imagen sino una Buena Imagen o la
Mejor Imagen. Es decir, a través del ejercicio de las Relaciones Públicas
buscamos generar un clima de opinión favorable independientemente de que se
trate de un consenso momentáneo o a largo plazo.
Nuestras acciones como hechos
de impacto social, son básicamente agentes modificadores de los cambios de mentalidad
de los grupos objetivo, o por lo menos es lo que idealmente buscamos en torno a
una persona, situación, pensamiento o institución.
Ese tal la importancia de
la Opinión Pública en el ejercicio de las Relaciones Públicas, que no podemos
soslayar que el clima de la opinión pública es un complejo mecanismo de opinión,
de la suma de factores de todo orden tenidos en la convivencia social y que, en
forma de mensajes generan un estado psicosocial anterior a la expresión y circulación
de las reacciones públicas en proceso de retroalimentación, esta misma
retroalimentación que modifica de muchas maneras los procesos de desarrollo de
una estrategia de Relaciones Públicas.
En términos llanos y
prácticos: nadie va a la guerra sin fusil, sin conocer a su enemigo y sin medir
el terreno que está pisando. Aquí radica la importancia de conocer el vínculo
que tiene el ejercicio de quienes nos dedicamos a las Relaciones Públicas y la
Opinión Pública.
Me gustaría conocer tu
opinión @TeoBriceo
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