martes, 25 de febrero de 2020

Storytelling. Herramienta de las Relaciones Públicas

Por Teodoro Briceño de la Parra
Qué nos gusta, qué queremos contar, quiénes participaran en nuestro proyecto, cualquiera que este sea, esto es importante para ti y podría ser importante para muchas personas a tu alrededor.
Desde hace un tiempo el storytelling y/o la narrativa han estado cobrando mucha importancia en el campo de las Relaciones Públicas y el Marketing.
El contar una historia, más allá de la venta y de las estrategias de posicionamiento, nos permite ser y vernos más humanos y que la gente se identifique con nosotros, al contar una historia buscamos mostramos tal cual somos, con nuestras fortalezas y debilidades.
Cuál es la historia qué vamos a contar y la experiencia que vamos a compartir con nuestros públicos, y cómo nos diferenciaremos de otras historias.
Lo primero es establecer una narrativa que sea congruente, es decir, vamos a contar una historia a partir de nuestras propias experiencias, que nuestros públicos se enteren de una problemática en particular, de la trama de la propia historia y su desenlace.
Ya que podrían existir personas que estén pasando por una situación similar a la tuya, y quieren saber cómo te fue, cómo abordaste determinada problemática y la solución encontrada, para que sepan más o menos que hacer con la propia, o al menos no sentirse solos al respecto, siempre se encontrará un valor o utilidad a las historias.
Lo anterior, nos permitirá generar un lazo con nuestra marca, ya sea personal o empresarial, generando empatía, el producto o la persona tendrán algo que les una a nosotros.
Es importante entonces, identificar historias sencillas que puedas contar a la gente o a tu público, y contar sobre todo cómo lograste encontrar una solución a determinados problemas o conflictos.
Esto nos permitirá fortalecer nuestra reputación.
Además, iremos conociendo el tipo de historias que le gustan a la gente, y cuales no le gustan, así como saber que cada historia podría tener un público diferente, por ejemplo; el storytelling aplicado al marketing, una persona tiene problemas respecto a su casa, cuando llueve se le filtra el agua, los productos para impermeabilizar no le han funcionado, de repente se entera por la radio, internet o televisión acerca de la experiencia de una persona que tenía el mismo problema y encontró una solución con un producto, que quizá se encuentre ofertando o vendiendo. Aquí, la narración del problema, hizo que un sector con problemas de impermeabilización se identificara con la historia, logrando que algunos de ellos, quizá buscaran el producto para adquirirlo.
Otro ejemplo, alguien con problemas de sobrepeso, en una situación similar a la de muchas personas, cuenta cómo le está haciendo para solucionar sus problemas de obesidad, puede conectar con personas en situación similar.
Alguien más, quizá sin trabajo, despedido, desesperado, escucha y conoce la historia alguien que se encontraba  en la misma situación y pudo salir adelante, a través de la implementación y desarrollo de un proyecto.
La forma de contarlo, la pasión, la honestidad que se le ponga a la narración de historias, podrá crear empatía, identidad con el público, engagament, conectar y hacer llegar su mensaje.
Todos y todas podemos contar una historia sobre nosotros mismos, que pueden distar muchas veces de otras realidades, en este caso la solución es humanizarlas, no crear superhéroes, no crear ficciones, no crear cuentos de hadas.
Contar la historia de tu vida ligada a tu proyecto si favorecerá tu proyecto, tu propuesta, desde que se generaron cambios en la misma, al dar a conocer esta historia puedes generar lazos emocionales entre tu proyecto, tu producto y el público.
Creo que muchas personas conocemos la historia del Coronel Sanders, fundador y creador de Kentucky Fried Chicken, del refresco de Coca Cola, la historia de Apple y la manzana envenenada, la historia de Nelson Mandela, casos recientes, la propuesta e historia de Airbnb, y así muchos ejemplos.
Podremos crear, por supuesto, otras historias en torno a situaciones que afectan y preocupan a la gente; contaminación, medio ambiente, derechos humanos, igualdad, racismo, etcétera.
Qué historia vamos a contar nosotros, esa es nuestra tarea y responsabilidad, pero se puede responder a sobre qué necesidad queremos cubrir, la apuesta que hacemos en qué contribuye a la sociedad, somos o no ejemplo o inspiración para algunas personas.
Nuestra historia podría ser única, con identidad definida, propia, con una posición social y a veces hasta política.
Debemos ser conscientes que nuestra historia puede inspirar a quien la escucha.
Además, algo que también podríamos utilizar, son las historias de otras personas relacionadas con nuestra marca o nuestra persona.
Vamos a contar historias con pasión, creíbles, que inciten a conocernos, a nuestra marca, que generen adhesión. Somos millones de personas con millones de historias, y es necesario darlas a conocer.
Vamos a experimentar con nosotros mismos, nuestro cuerpo, nuestra propia historia personal, nuestros fracasos y éxitos son una fuente inagotable de saberes por contar.
Dónde contar historias, pues en las redes sociales, en nuestros estados de whatsapp, en podcast, en youtube, en fin, contamos con un sinfín de herramientas.
Si las tengo que escribir, yo te diría que si, como un guión, con ideas.
Puedo experimentar, si, desde hacer un en vivo en Facebook.
Puedes contar un día en twitter, siguiendo una línea de tiempo y arrobando, para dar secuencia.
Un gimnasio puede contar cientos de historias en torno a los cambios que se generan sobre una persona que se disciplina, cómo cambia su cuerpo, su salud, su autoestima, sus relaciones, su humor.
Un restaurante puede contar su historia en días, en meses y años, su comida, su gente, su música, los cambios del barrio donde se encuentra.
Una escuela puede contar historias de casos de éxito de sus egresados y egresadas, de su papel en la sociedad y la influencia que han tenido.
La iglesia ha sido una gran contadora de historias, de cómo personas consideradas o no pecadoras lograron status de santidad a través de sus luchas, errores y cómo vencieron o superaron obstáculos, para alcanzar eso que se llama santidad.
Yo te cuento mi historia, tú cuál historia estás contando, cómo la relacionarás con tu marca, empresa o emprendimiento, qué valores comunicas.
Te invito a comentarlo en mis redes sociales, y a que me sigas y me compartas si te gustan mis contenidos, y si no te gustan pues también compártelos, compartir es un gran regalo para los demás y para nosotros mismos.
Quiero conocer tu historia, créemelo, es importante para mi.
Vamos a generar lazos entre nosotros, entre tu historia y la mía, entre nosotros y nuestro público, y recuerda que lo más importante siempre serán ellos y ellas que escucharán nuestras historias, porque son nuestro objetivo y en quienes pensamos al crear un producto, marca, empresa o emprendimiento.
En twitter me encuentras como @TeoBriceo
En instagram como @theobri
En YouTube y Facebook como Teodoro Briceño de la Parra
Gracias por leerme, hasta la próxima.

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