miércoles, 4 de marzo de 2015

La reputación


"No basta con ser buenos, hay que parecerlo"

En una colaboración anterior compartía con ustedes este tema de la Imagen Pública y  la Coherencia, porque desde mi punto de vista, considero importante cultivar nuestra imagen, entendiéndola como esa percepción que tenemos de nosotros mismos y la que las personas que nos rodean tienen también sobre nuestra persona, es decir desde dos perspectivas.

Ambas son importantes, la primera, la personal, es la que nos mueve, la que nos incita, la que estamos construyendo permanentemente, pero la segunda, la que forja la imagen pública depende de varios factores, de lo que creemos comunicar y de lo que estamos comunicando desde la perspectiva de quien recibe nuestros mensajes. 

Apuntaba que la coherencia -entre nuestros objetivos, lo que pensamos y nuestro actuar- es fundamental, pero ahora quiero hablar de un aspecto sumamente importante, e inicio recordando ese dicho de “crea fama y échate a dormir”, es decir la construcción de nuestra “reputación”.

El cuidado de la reputación es esencial para alcanzar nuestros objetivos personales, laborales, institucionales y familiares. La reputación es un conjunto de valores en torno a nuestra persona –puede ser también de nuestra empresa-, es la calificación que nos da el entorno, es la “imagen pública”, y como todo ente que constantemente es calificado necesitamos trabajar de forma permanente en mejorar nuestra personalidad, nuestra calificación.

El cuidado del aspecto personal afecta positiva y negativamente nuestro entorno, y he aquí algunas recomendaciones para mejorar la percepción que se tiene en torno a nuestra persona.

La puntualidad, es de las mejores cualidades para impresionar a alguien, la puntualidad no es llegar antes ni mucho menos después, es acudir a una cita o a nuestro trabajo a la hora pactada. Por esta cualidad muchas personas han conseguido grandes logros en su área laboral o han perdido grandes trabajos. El orden, tener organizado un escritorio, nuestro hogar o recamara es hablar de que tenemos organizada nuestra vida. Porque nadie pretenderá contratar a alguien que no tiene organizada ni su forma de vestir ni su forma de hablar.

La limpieza, “junto con pegado”, si hablamos del aspecto anterior –el orden-, el cuidado personal hablará del cuidado que tendremos con nuestra fuente de empleo, una persona que tiene su espacio personal limpio aumentará positivamente la calificación que las demás personas tienen sobre él o ella. La empatía y la educación son otros aspectos sumamente importantes para mejorar la percepción que se tiene de nuestra personalidad, dice otro dicho por ahí “la miel atrae más que la hiel”, y es cierto, no es lo mismo saludar con una sonrisa en la cara que con una cara dura o seria, la respuesta a nuestro saludo será distinta, con esta ley de “causa y efecto”, el simple saludo al llegar a nuestro centro de trabajo dirá mucho de nuestra formación y personalidad, es decir las experiencias que las demás personas tengan de su contacto con nosotros quedará de forma permanente en sus recuerdos, porque la experiencia es lo que más vende dirían algunos publicistas. Si tuviste una buena experiencia en un lugar o con una persona, querrás regresar a ese lugar o volver a tener un encuentro con ese ser humano.

La responsabilidad -otra gran cualidad-, asumirla es ser valientes, es aceptar lo que somos y lo que hacemos, no echar la culpa de errores a otras personas o situaciones hablará del gran valor y calidad que poseemos, es necesario responsabilizarnos de nuestros aciertos como de nuestras equivocaciones. Y finalmente una recomendación para generar una buena percepción, “LEER”, poseer un buen bagaje cultural siempre nos permitirá entablar una conversación en casi cualquier sector o entorno, en México lamentablemente no tenemos el hábito de la lectura, es decir como país tenemos una reputación contradictoria por cierto, mucha producción cultural pero pocos lectores y lectoras.

Dedicar al día al menos 20 minutos a la lectura nos enriquecerá en demasía, no hablo de la lectura obligada, esa que hacemos por cuestiones de trabajo, sino esa lectura de placer, un buen artículo periodístico, una capítulo de alguna novela, un cuento, un ensayo, un poema, una reseña histórica, un reportaje sobre estilos de vida en otro país o región, etcétera.

La reputación la construimos constantemente, la reputación es la percepción o fotografía que las personas que nos rodean tienen de nosotros, cuidemos nuestra imagen que muchas veces nuestro futuro depende de ello, porque “no basta con ser buenos hay que parecerlo” o ¿ustedes qué opinan?


Te invito a que me envíes tus comentarios a mi twitter @TeBriceo, hasta la próxima.